Este evento se hace en Bursins, Vinzel, Luins y Begnings; cuatro localidades que quedan camino a
Ginebra (no son los viñedos de Lavaux por donde habitualmente paseamos, esos
quedan hacia el otro lado) y que son pequeños pueblos dedicados totalmente a
hacer vinos, y unidos entre sí por caminos entre las viñas. Están muy cerca
unos de otros así que toda la gente camina de cava en cava. El gobierno limita
la producción de cada cava a 100 mil litros de vino por año, así que por eso es
que hay tantas diferentes y son todas producciones familiares. Es muy lindo
visitar las cavas porque en su mayoría están instaladas en la misma casa de la
familia, caserones antiguos que abren sus puertas para mostrar y vender lo que
producen, y contarle a todo el que esté interesado cómo realizan su producción.
Para participar uno debe comprar una muy linda copa grabada
con el logotipo del evento, que viene con una bolsita para colgarse del cuello
y llevarla cómodamente (que hacía que la gente se pareciera a esos perros San
Bernardo con barrilito) y con esa copa se podía ir degustando,
siguiendo el recorrido que estaba indicado en el mapa que te daban. También
había unos trencitos tipo Charito (el que conoce Necochea sabrá de qué hablo) que llevaba a
los que preferían no caminar de cava en cava, y también conectaban con la
estación de tren.
Nosotros recorrimos, de las 25 cavas que participaban en el
evento, sólo 9. La verdad que probamos de todo: Pinot-gris, Viognier, Merlot,
Pinot-Gamay, Chasselas, Pinot Noir… Terminamos en Cave Beetschen, que pertenece a
la familia de un amigo y donde nos invitaron a probar su nueva línea “Gamme
Cachoteries”, probamos vino en sus diferentes etapas de fermentación
directamente de los barriles, y pasamos un rato más que agradable entre amigos.
Esos paisajes no se pueden creer, me encantan, me gusta mucho mucho la foto del camino, a ustedes se los ve no sólo con la nariz colorada (de frio) sino super felices. gracias por compartir estos momentos inolvidables. Besotessssss
ResponderEliminarAli
haaaaaaaaaa que bueno!!!! que lindo lugar me mori con la foto de la puerta de la casa que tiene esas flores y la calabaza "es muy tierna", ni hablar que los paisajes son impagables y que las narices rojas ejem no se si es por el frio hehehehe
ResponderEliminarque gran experiencia, cuando todavia no cerre la boca por el post de ayer, (que me falto comentar) entro y veo este que me encanto, y claro Ali que se los ve felices y super super bien.
Besos enormes y Salud amigos! un chin chin desde estos pagos.
Muy bonito ese paisaje Celina, gracias por compartir.
ResponderEliminarque tengas una buena semana.
un abrazo.
de qué narices rojas hablan??? posta! yo no las veo rojas!!!
ResponderEliminarlo de felices sí te lo admito que a medida que los brindis se sucedían la felicidad aumentaba jejejeej
Bienvenido Ricardo, gracias a vos por tu comentario!!!!
ResponderEliminarHola Celina Hermoso tu blog, los lugares son de ensueño.PD: como disfrutaron los brindis! jaja(envidiosa mal)
ResponderEliminarBesos!!!
Gracias Sienna!!! la verdad que disfrutamos los paisajes, y los brindis... aunque te digo que el malbec de Argentina es mejor vino!!! ;)
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